Toca el timbre. Salgo y intento verte para decirte adiós. No te encuentro. No se por que pero me gusta despedirme de ti. Pienso: no pasa nada, pero se que no da igual. Me gustaría decirte adiós. No se si tu también lo querías. Otro día mas en el que no soy yo a la última que sonríes. Mala suerte. Pero conseguiré hacerme un hueco en tu rutina.
Pensar que esto comenzó por un pique, me pone la carne de gallina.
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